Volvimos
ilusionados de nuestra visita a la “Tacita de Plata”. No sólo por la labor
realizada, sino por quedarnos con la sensación de que hemos iniciado amistades
que sobrepasan el terreno profesional.
Sobre el concierto
decir que la formación mostró un gran nivel, dado que el programa era bastante
exigente, pues requería de unas capacidades interpretativas y de una
resistencia no habitual, con poco margen para el lucimiento individual y altas
probabilidades de errar. Al fin y al cabo, un concierto arriesgado, dirigido a
una minoría y donde poco beneficio, salvo la satisfacción musical, íbamos a
sacar.
Para los entendidos
y melómanos, el concierto fue todo una delicia, pues eran conscientes, a igual
que los músicos, del valor artístico de lo que se pudo escuchar. Alguien,
valiéndose del símil taurino,
comentó que se trataban de
auténticos “Miuras” y en honor a la verdad, en mucho lleva razón.
Sin embargo, hay
que matizar una cuestión que sí ha suscitado alguna que otra voz discrepante.
No ha sido otro el motivo que el interpretar todas las composiciones con sus “Da Capos”, como
originalmente reza en cada una de las partituras. La posición de la banda en
este asunto ha sido clara en todo momento y aunque se planteó la posibilidad de
eliminar estos, pues era evidente que para los menos doctos el concierto requería de cierta
atención que se diluiría fácilmente ante
estas composiciones “nuevas” a los oídos, se pensó y así se cree que había que
respetarlos por el bien de la música y por consideración a los autores. Amén
que en rara ocasión se volverán a escuchar tales composiciones en el mismo
programa, dado que rara será la entidad que ose plantear el mismo.
Sólo queda
agradecer a todos aquellos que quisieron acompañarnos esa mañana de domingo su
presencia, a D. Ildefonso Herrera (Hermano Mayor de la Hdad de la Sanidad) y a
su Junta de Gobierno por la apuesta que hicieron en ofrecer este programa, el
organizar el evento y darnos la posibilidad de ser nosotros los encargados de
ofrecerlo, por no hablar del trato y su calidad humana. A D. Juan Manzorro, por prestar su saber y su
arte en la presentación y como no, a J. Manuel Ruiz, persona
fundamental en toda esta historia, pues sin él sin duda, estaríamos ahora en
otro punto mucho más lejano y perdido, y es que, aunque
esta historia aun es inconclusa y le faltan algunos capítulos, sabemos reconocer a los que la han hecho posible.
Para escuchar el concierto al completo, podéis hacerlo en Patrimonio Musical, sección de descargas
http://www.patrimoniomusical.com/descarga1.htm
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