Apenas restan cinco días para que una histórica estampa se reedite.
Se repetirán
imágenes que en muchos casos ocuparon nuestra infancia, pues jamás
conocimos acompañando a nuestras imágenes a otra banda que no fuera la de
nuestro pueblo. Muchos otros, que hoy conforman
esta gran familia que es la banda de Cantillana, ni siquiera habían nacido cuando la que hoy es
su banda, acompañó por última vez a Ntra. Sra. de la Asunción.
Y es que, en contra de lo que cantara Gardel, la espera de veinte años se nos ha hecho eterna. Es por tanto el próximo día 14 una cita ansiada en la que, seguro, en ganas nadie nos podrá ganar y con certeza, será toda esa tarde un soplo en nuestra memoria.
Como requiere la ocasión, nos encontramos inmersos en una actividad frenética perfilando hasta el más mínimo detalle de nuestra participación, codo con codo junto a la Junta de Gobierno de la Hdad Asuncionista. El momento llegará tras la Misa Pontifical, sobre las 14h30’. Si bien es cierto que no necesita la Santísima Virgen de abalorios ni acompañamiento alguno, pues Ella se basta para hacer único día tan señalado, de igual modo no será esto excusa para descuidar un ápice de nuestra intervención el tiempo que tengamos la fortuna de acompañarla.
Y es que, en contra de lo que cantara Gardel, la espera de veinte años se nos ha hecho eterna. Es por tanto el próximo día 14 una cita ansiada en la que, seguro, en ganas nadie nos podrá ganar y con certeza, será toda esa tarde un soplo en nuestra memoria.
Como requiere la ocasión, nos encontramos inmersos en una actividad frenética perfilando hasta el más mínimo detalle de nuestra participación, codo con codo junto a la Junta de Gobierno de la Hdad Asuncionista. El momento llegará tras la Misa Pontifical, sobre las 14h30’. Si bien es cierto que no necesita la Santísima Virgen de abalorios ni acompañamiento alguno, pues Ella se basta para hacer único día tan señalado, de igual modo no será esto excusa para descuidar un ápice de nuestra intervención el tiempo que tengamos la fortuna de acompañarla.
En estos días previos, hemos podido palpar de
primera mano como la expectación comienza
a dejar su sitio a la inquietud por que llegue este momento tan especial. Lo vivimos hace unos días, en el
magnífico pregón que ofreció D. Miguel
Ángel Martínez Jiménez para ensalzar tan especial onomástica y donde pudimos
contribuir, primero acompañando a tan excepcional declamador y por último,
cerrando el acto con la presentación de dos composiciones musicales ex profeso para
día tan señalado: “Gloriosa y Cantillanera” de
D. Sigfrido Usina y “La Asunción de María”, del que fuera director de
esta formación D. Juan de Dios Espinosa.
Restan apenas cinco días para que la espera
termine y “La Soledad de Cantillana”, aguarda para responder a la confianza que
el pueblo asuncionista ha depositado en ella.
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