lunes, 28 de enero de 2013

El futuro aula de música del IES Cantillana llevará el nombre de Gabriel Ríos Amores.

 
     Demasiado frecuente es en nuestra sociedad  que los políticos ignoren la realidad y la historia, teniendo que ser las gentes anónimas las que vengan a hacer justicia.
   Pululan por nuestro pueblo cientos de calles y parques dedicados , no se sabe bien a razón de qué, a personas  de acá y allá, ignorando consciente y cansinamente a ciertos personas, que por cercanía y labor deberían ya de gozar de este pequeño homenaje.
    Siento que los malos gobernantes que debemos sufrir en estos tiempos, tienen una clara aspiración de revisar y perpetuar la historia como a ellos les interesa queriendo ser  regidores de nuestros municipios y ciudades cuales virreyes de las indias.
 
     Como digo, Cantillana anda plagada de calles y parques que, según a quién están dedicados, puede saberse perfectamente cuál era el grupo político en el momento de la inauguración. Cierto es, que existen algunas calles y/o espacios que han sido dedicados a ciertas personas de valía que además, han sido o son paisanos nuestros. Lo triste es contemplar que de  estos pocos “afortunados” , la inmensa mayoría contaron con este favor tras su muerte, en algunos casos incluso trágica, lo que hizo (incluso en los atrofiados corazones y cerebros de los dirigentes) que todos sintiéramos la necesidad de otorgar este pequeño homenaje. ¿Acaso en vida no se lo merecieron?
    Para acabar de analizar el fenómeno, creo que la localización de algunas calles es bastante gráfica. Por ejemplo, nos encontramos con la calle que dedicamos a Ocaña. Hoy en día reza como avenida, cuando en el momento de su nombramiento era extrarradio, al lado de un descampado y con apenas 5 casas. Otro caso similar puede ser la calle Manuel Ruiz Manili.
    En la mañana del 7 de junio de 1988 Cantillana se enteró de que tenía un torero y se echó a la calle para recibirlo. Manili “tan sólo” necesitó  ser el triunfador de la feria de San Isidro, figura de la temporada y, posteriormente,  recibir una cornada bastante seria en Almería. La calle que quisimos dedicarle, no es más que un tramo inerte junto a un descampado. Sin vida alguna y por donde no transita nadie. Ni en feria.

   El pueblo por suerte es más sabio y alberga  más poder y conocimiento del que se sabe poseedor. Por eso, el vulgo enmienda a sus dirigentes y da a las cosas el nombre que deben tener. Por eso en Cantillana, es difícil que alguien te sepa dar norte de cómo llegar al parque Felipe González, aunque nadie dudará de dónde está el parque de “El Torta”.

   Puede ser esto lo que ha ocurrido en el Claustro de Profesores (en primera instancia) y posteriormente en el Consejo Escolar del IES Cantillana. Sin olvidar que gran parte del profesorado es  foráneo, han tenido la consideración de tributar dentro de sus posibilidades ese merecido reconocimiento al que fuera director de la Banda de nuestro pueblo durante más de 30 años.

 
    Gabriel Ríos Amores no sólo fundó y educó durante este tiempo a todos los músicos surgidos en Cantillana. Acaparó toda la gestión y consolidó este grupo careciendo siempre de ayuda alguna. Toda la labor que realizó, lo hizo siempre de forma GRATUITA y dio la oportunidad a muchísimas personas de poder conocer el maravilloso mundo de la música. Creó  una institución de la que los cantillaneros nos encontrábamos orgullosos  y dedicó a su banda más tiempo inclusive que a sus negocios y a su familia.

  Su  horario el maestro día tras día, lo iniciaba en su negocio.  No dudo que en este tiempo, se pasearían por su cabeza tantos y tantos pensamientos relacionados con su banda que la tienda de muebles, aun estando él presente no recibía la dedicación que requería. A partir de las 5 de la tarde, abría las puertas de su casa para preparar y dar lección a los nuevos alumnos. Tras esto, marchaba al ensayo y tras este, de nuevo lección de solfeo e instrumento. Regresaba tarde a casa, cenaría y a empezar de nuevo. Esta rutina era diaria, de lunes a viernes sin excepción durante, repito, más de 30 años.
    El que se sienta padre, entenderá el sacrificio que sería abandonar a sus 4 hijos. El que se  sepa esposo, entenderá y le pesará la soledad de Pastora, su esposa, figura igual de imprescindible en la historia de esta banda, por su comprensión, por su paciencia, por sus silencios…

  Tres décadas de dedicación a una idea de forma altruista y un legado que perdura hasta nuestros días ¿En qué andaban y andan nuestros políticos pensando? ¿Alguien se puede imaginar a alguno de nuestros representantes ejerciendo en las mismas condiciones? Y ojo, no sólo en la contabilidad A y de cara a la galería. 
    En vida de Gabriel y poco antes de que la enfermedad se cebase con él, tuvo la ocasión de recibir un sentido homenaje. Pero éste, no vino desde la casa consistorial.  Tuvo que ser el empeño de Manuel “el Rubio de los Platillos” el que lograra que este hombre, tuviera un reconocimiento.

   El IES Cantillana ha decidido que la futura aula de música del Centro lleve el nombre de D. Gabriel Ríos Amores. Esperamos que esta no sea más que la primera de las consideraciones que se tengan con él y empecemos a hacer memoria y saldar deudas con nuestra historia y nuestras gentes.

 D. Gabriel Ríos y su Banda de Cantillana reclaman ya su calle.
 

 

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